domingo, 25 de marzo de 2012

La noche

La noche hace de mi boca un sumidero,
sale por ella toda la mierda que llevo dentro.
Me agita tanto como mi infancia al despertarme
para ir un instante más al colegio.

El invierno me ha enseñado a guardar las lecciones
para el invierno, para las noches de trueno,
en las que quema el bolígrafo hasta quedar seco.
Y peleo y batallo sobre un corcel contra los recuerdos.
Los vomito. Soy un bulímico de sueños.

Así es como el insomnio me observa desde el espejo
y la sombre me aprieta contra su pecho...
Así es como expulso mis desiertos
y recibo a cambio ademanes inciertos de creer,
durante un segundo,
que probablemente el tacto de tus besos no provenía del cielo,
que ahora mismo soy algo más que una nube extraviada
lloviendo, llorando, escribiendo,
echándote de menos.


Poema de Francisco Fernández, extraído de su libro Lo supe en cuanto te vi.
Feliz 23 cumpleaños, artista.

viernes, 23 de marzo de 2012

Lloviendo piedras (Raining stones)

El escenario es la ciudad de Manchester, a principios de los noventa. Bob es un padre de familia, en paro, cuya obsesión particular es que su hija Coleen pueda estrenar vestido en su primera comunión. Para ello roba corderos, hace mudanzas, desatasca sumideros, vende carne por los pubs, ejerce como vigilante de discoteca, apuesta a los caballos o ayuda a levantar el césped de los conservadores.

Sin embargo, nada más empezar la película nos damos cuenta de que las cosas no serán fáciles para Bob. Representa al perdedor prototípico. La torpeza -en unos casos-, las buenas intenciones -en otros-, y la necesidad imperiosa de dinero -siempre- lo llevan al fracaso una y otra vez.

El Manchester que nos muestra Loach (barrio católico de viviendas subvencionadas) es un testigo más de este drama, a ratos cómico, a ratos trágico. La droga, el cobro de deudas, la religión, los trabajos sin contrato, los robos… todo ello esta presente en el filme.

Es interesante pararse a reflexionar tras su visionado. ¿Por qué Bob se obstina en comprar un carísimo traje nuevo, cuando en casa no tienen dinero ni para llegar a fin de mes? ¿Por qué hace caso omiso a los sensatos consejos de su párroco (que por cierto, es un jefazo)? No creo que sea tanto porque como católico ferviente deba respetar la tradición, sino más bien por un complejo de inferioridad: el sentimiento de pertenecer al proletariado, a la clase desfavorecida. Quiere que su niña sea la más deslumbrante el día de su primera comunión. Al final, ¿valdrá la pena?

Por cierto, pronto os traeré otra película de Ken Loach: Sweet sixteen. Preciosa.

¡Hasta otra, cinéfilos!

lunes, 19 de marzo de 2012

RAPIÑA




Pues esto es RAPIÑA.

Nuestro primer corto. Sin un puto duro. ¿Las cámaras? Prestadas por la URJC. ¿Los actores? Amigos, y nosotros mismos. ¿Los fallos? Montones. ¿Los aciertos? Esperamos que alguno haya.

Más allá de todo este rollo, es un inicio. Y hemos aprendido un huevo sacándolo adelante.

Esperamos que os mole.

sábado, 10 de marzo de 2012

Barry el Bautista


Leonard John McLean.
The Guv'nor.
Barry the Baptist.

O, en el idioma de Cervantes, Barry el Bautista.

Un grande.
Seguid el hipervínculo, si os apetece conocer la interesante historia de Lenny McLean.

jueves, 8 de marzo de 2012

Portada del libro

Ahora mismo estoy increíblemente emocionado con los bocetos de la ilustración para la portada que me ha enviado mi tío. (Con uno especialmente).
Me encantaría poner la imagen aquí para que os deleitaseis con su visionado, pero se perdería el importante factor sorpresa de cara al producto final, ¿no os parece?

Las reacciones han sido variadas.
Mi hermana se ha ido a la cama pletórica, Dani ya se está flipando con los simbolismos de la escena, mi padre dice que él veía rasgos femeninos, Laura que es una guapada y yo estoy encantado, la verdad.

Quedan 2/3 relatos para zanjar la recopilación.
A no mucho tardar os informaré del título, número de pequeñas historias, prologuista y demás menudeces.

Hasta entonces, seguiré en contacto con el ilustrador y dando cera al QuarkXPress.

martes, 6 de marzo de 2012

Está mal visto

"Todo lo que hay en esta sala es comestible.
Hasta yo lo soy.
Pero eso sería canibalismo, queridos niños.
Y está mal visto en la mayoría de las sociedades".
Willy Wonka.

jueves, 1 de marzo de 2012

American Psycho

Adaptación de la novela homónima de Bret Easton Ellis.

Sin ser una gran película, consigue transmitir a la perfección el espíritu del libro. Ese ambiente, ese tufillo a indiferencia, superficialidad y consumo. Patrick Bateman (Christian Bale) es un yuppie de Wall Street, y también un asesino psicópata. A medida que avanza la proyección averiguaremos si sus crímenes quedan impunes o no.

American Psycho cuenta con una interesante realización (juego de planos, encuadres innovadores) y una estética muy bella. Blancura extrema, pureza, colores pastel. Hay un par de escenas memorables, como por ejemplo en la que Bateman nos explica su rutina mañanera. O en la que le abre la cabeza a Jared Leto con un hacha (fijaos en la escenografía), a ritmo de “Hip to be square”, de Huey Lewis and The News.

Bale obtuvo un gran reconocimiento por su interpretación en este filme. Resulta tan inquietante, que ya nunca logré ver a Batman como un vengador nocturno fiable. (También sale el extraordinario Willem Dafoe, pero su papel es insultantemente reducido).

Muchos la consideran una película de culto. Os animo a verla, tiene un puñado de cosas geniales, y otro de cosas salvables.

Hasta pronto, amiguitos.