domingo, 28 de octubre de 2012

Biutiful

Aviso: película controvertida.

Al cuarto de hora de proyección le susurré a mi acompañante: “estoy confuso”. El desconcierto es la nota predominante en los compases iniciales. No acabas de comprender por donde van los tiros. ¿A qué se dedica Uxbal (Bardem)? ¿Es médium, camello, intermediario en negocios turbios, padre coraje? ¿Un poco de todo?

El adjetivo más repetido a la hora de catalogar Biutiful ha sido DURA. La historia de Uxbal es surrealista, de acuerdo, pero yo me la acabé creyendo. Es más, como tengas un mínimo de empatía consigue revolverte por dentro.

La Barcelona que se nos muestra no es la que acostumbramos a ver. La Ciudad Condal no es solo una ciudad global en lo bueno, sino que también alberga suciedad, sordidez y grandes dosis de miseria. Además,  a lo largo de la película, se trata el tema de la inmigración ilegal. Las mafias chinas, el tráfico de drogas, la venta ambulante, la piratería…

No me parece un peliculón imprescindible, pero Iñárritu nos brinda un buen número de pinceladas y reflexiones interesantes.

No estoy de acuerdo con los críticos que opinan que la estética de Biutiful es cutre. A mi me pareció que la realización se había llevado a cabo con mucho mimo. (Si bien es cierto que el guión tiene puntos débiles). Cuenta con escenas memorables y planos preciosos. Cada detalle cuenta. Estad atentos cuando la veáis.

Un par de cosillas que necesito soltar. El recurso cinematográfico de jugar con los espejos es muy bonito, pero acaba mareando. El esoterismo y las apariciones no me convencieron ni lo más mínimo, no me va ese rollo. Sólo le restan verosimilitud a la narración. Y Javier Bardem es la clave. Logra que sufras con él (de verdad). Si Biutiful merece la pena es en un ochenta por ciento gracias a su actuación. Tremendo.

En fin, que si navegáis un poco por la web en busca de críticas comprobaréis que esta película ha sido alabada y vilipendiada a partes iguales. Por lo menos ya sabéis que no os va a dejar indiferentes. Los que la hayáis visto: ¿qué os pareció?

viernes, 19 de octubre de 2012

Una estrofa de C.B.


¡Belleza, duro azote del alma, lo que quieras!
Con tus ojos de fuego que para mí han brillado
calcina estos despojos que han dejado las fieras.


sábado, 13 de octubre de 2012

Street Dreams

 

"Lloran los pianos. Lloran desde el corazón del odio".
Dolcce Rotta

Yo no evoluciono.
Yo me quedé en esto.

lunes, 8 de octubre de 2012

El indomable Will Hunting (Good Will Hunting)

Matt Damon y Ben Affleck imaginaron esta historia cuando sólo eran dos chavales de Boston que compartían un sueño. Años después recibieron el Oscar a mejor guion original por este peliculón. Y no me extraña en absoluto.

Damon interpreta a Will Hunting, un chaval superdotado que vive en los suburbios de Boston. Trabaja limpiando la facultad de Matemáticas, y en sus ratos libre resuelve problemas matemáticos de complejidad bárbara. Su potencial no permanece oculto mucho tiempo a ojos de uno de los profesores más prestigiosos de la institución. Sin embargo, la vida no se reduce a una serie de distinciones universitarias.

Good Will Hunting no es sólo la historia de un chico con un don. Es el reflejo de dos estratos sociales opuestos. Los barrios bajos, con sus chicos conflictivos, los empleos de mierda, las borracheras con los colegas en un pub mugriento y la imposibilidad -para el ciudadano medio- de escapar de allí. En el otro lado tenemos el mundillo de las altas esferas universitarias; todo fachada y vanidad.

Es una historia cotidiana. No esperéis parafernalia de ningún tipo. Pero precisamente en eso, en su desnudez, reside su magia. La cantidad de momentos (por qué no decirlo) excepcionales supera con creces a la de la mayoría de películas que he visto en mi vida. Me pregunto dónde habrán aprendido a filosofar sobre la vida de esa manera Affleck y Damon, pero me quito el sombrero.

Diálogos (y monólogos) imprescindibles. Mensaje evocador, sencillo, sin aspavientos. Amor, amistad, futuro. Así defino yo El indomable Will Hunting. Perfila la soledad del genio.

Este post es más reducido de lo habitual porque cuanto antes dejéis de leerme y corráis a buscarla, mucho mejor. Visionadla, ipso facto. (Por cierto, Robin Williams, actor al que tengo un cariño especial, se ganó el Oscar con creces gracias a su magistral lección de interpretación. ¡Grande!).

Hasta la próxima, queridos amiguitos.