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sábado, 10 de marzo de 2012
Barry el Bautista
Leonard John McLean.
The Guv'nor.
Barry the Baptist.
O, en el idioma de Cervantes, Barry el Bautista.
Un grande.
Seguid el hipervínculo, si os apetece conocer la interesante historia de Lenny McLean.
viernes, 18 de noviembre de 2011
Lock, stock and two smoking barrels
(Esta crítica cinematográfica la publiqué hace meses, en la web Laboratorio de Prensa).
Me la vi tres veces en cuatro días, mientras comía cacahuetes cubiertos de pringue con sabor a barbacoa. Como comprenderéis, desde entonces es una de mis películas predilectas.
La idea central en torno a la cual gira el argumento no es demasiado novedosa. Unos amigos pierden muchísimo dinero durante una partida de póquer, y deben recuperarlo en un reducido plazo de tiempo, si quieren conservar su integridad física. La innovación llega en el modo de contar la historia. Guy Ritchie, en su primer largometraje, hace gala de los principios narrativos que han definido el resto de su obra, y pone su toque personal a la realización, al estilo visual, a los pequeños detalles.
En Lock, stock & two smoking barrels, Guy Ritchie (director y guionista) nos enseña un amplio y variado espectro de la fauna que habita los bajos fondos londinenses. El cuarteto protagonista podría definirse como “una banda de entrañables mangantes”. Pero, la cosa no se queda ahí, claro. También aparece un mafioso loco con peinado a lo afro, unos machacas norteños de escaso intelecto, un grupo de hippies horticultores de cannabis, Barry el bautista, Nick el griego, unos rateros violentos, Chris y su hijo Chrisito, un rey del porno psicópata, un ruso en llamas… En definitiva, toda una caterva de tipos corruptos.
Me la vi tres veces en cuatro días, mientras comía cacahuetes cubiertos de pringue con sabor a barbacoa. Como comprenderéis, desde entonces es una de mis películas predilectas.
La idea central en torno a la cual gira el argumento no es demasiado novedosa. Unos amigos pierden muchísimo dinero durante una partida de póquer, y deben recuperarlo en un reducido plazo de tiempo, si quieren conservar su integridad física. La innovación llega en el modo de contar la historia. Guy Ritchie, en su primer largometraje, hace gala de los principios narrativos que han definido el resto de su obra, y pone su toque personal a la realización, al estilo visual, a los pequeños detalles.
En Lock, stock & two smoking barrels, Guy Ritchie (director y guionista) nos enseña un amplio y variado espectro de la fauna que habita los bajos fondos londinenses. El cuarteto protagonista podría definirse como “una banda de entrañables mangantes”. Pero, la cosa no se queda ahí, claro. También aparece un mafioso loco con peinado a lo afro, unos machacas norteños de escaso intelecto, un grupo de hippies horticultores de cannabis, Barry el bautista, Nick el griego, unos rateros violentos, Chris y su hijo Chrisito, un rey del porno psicópata, un ruso en llamas… En definitiva, toda una caterva de tipos corruptos.
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