lunes, 3 de mayo de 2010

Félix Francisco Casanova

"No hay instrumentos para esta música."


Nació en Santa Cruz de La Palma, en 1956. Virtuoso de la pluma desde la más tierna infancia. Su padre, poeta y dentista, influyó decisivamente en el chico, a la hora de encaminarlo hacia la senda del arte y la literatura. Fue otro talento precoz, y de ahí que muchos lo hayan comparado con Arthur Rimbaud. Lo cierto es que existen semejanzas entre ambos. Sobre todo, la furia de su escritura y su fuerza como visionarios.

Félix Francisco, como gran apasionado de la música que era, coleccionó vinilos de forma incansable. Además de poeta fue un músico de gran talento. Junto a su hermano Bernardo, dibujaba las portadas de los discos que, en un futuro, pretendía publicar con su grupo de rock alternativo: "HOVNO" (que, como todos los que hayan leído algo sobre Félix sabrán, significa "mierda", en checo).

Se ganó la admiración y el respeto de multitud de poetas canarios ya consolidados. Siempre se ha elogiado la musicalidad de su poesía. Y es que Casanova fue capaz de transmitir nuevos ritmos y sensaciones, sin caer jamás en la imitación de la poesía anterior. No obstante, el joven Félix Francisco nunca se sintió cómodo en los solemnes círculos literarios de las islas. A él sólo le interesaba la atmósfera que creaba con sus versos. Fernando Aramburu, en referencia a este genial poeta, ha escrito: "Se advierte en Casanova la gracia, el desparpajo, la propensión lúdica de un ángel con rasgos diabólicos".

A los diecisiete años consiguió el principal premio de poesía de Canarias, el Julio Tovar (1973), con "El invernadero"; y un año más tarde obtuvo el Benito Pérez Armas de novela con "El don de Vorace", uno de sus escritos más misteriosos. En él, se narra la historia de un hombre que, tras varios intentos de suicidio, descubre que es inmortal. La narración está estructurada en capítulos, pero no es una novela al uso. En ella predominan las imágenes de locura. La forma estética se sobrepone al devenir lógico de los aconteciemientos. Prosa poética con moraleja. Si vivieras eternamente, ¿las reglas morales significarían algo para ti?

Dos años más tarde, en enero de 1976, Félix Francisco Casanova murió en la ducha de forma extraña. ¿Suicidio o escape de gas accidental? En cualquier caso, a los 19 años nos abandonó uno de los poetas con más potencial de su generación. El halo místico que, desde entonces, envuelve su nombre y su obra no se desvanecerá jamás.

1 comentario:

  1. Su última poesía, "Eres un buen momento para morirme": http://hankover.blogspot.com/2009/05/eres-un-buen-momento-para-morirme-felix.html

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